CINDY SHERMAN

Artistas


1.Las primeras referencias al trabajo que hará después son....

Las escenas de películas  de blanco y negro donde la mujer aparece muy seria. 

2.En la universidad ¿Qué hace en relación con el tema?

Retoma un antiguo cuaderno de fotografías familiares en las que se marca a ella misma cuando sale y debajo de estas pone "esa soy yo"

3.¿Le gusta reconocerse en "ellas"?

No le gusta reconocerse en las fotos, por eso se dirige a las personas que aparecen en sus obras llamándolas "ellas".

4.Los payasos, ¿Qué dice sobre ellos? 

Aunque no sean personas reales, los usa como medio para luchar contra los estandartes de belleza que predominan en la sociedad, obsesionada por la belleza y la juventud.

5.La serie de retratos de clase alta. ¿Cómo son esas mujeres?

Las mujeres son presentadas como mujeres maduras, fuertes, seguras de si mismas...Además de mostrar rasgos de vejez también poseen un aura de vida ya que estas aunque tengan arrugas dan a entender que se cuidan mucho. Y como está claro al ser de clase alta se visten con ropa y accesorios propios de esa clase (joyas, estados caros, buenos zapatos...). El escenario no es en casas comunes sino en lugares que aparentar ser muy lujosos y caros, propio de este tipo de personas,  según el estereotipo de Cindy Sherman.

6.Digital.¿le resta más fácil o difícil? ¿Por qué? ¿Cómo eran los fondos?

Le resulta más fácil, antiguamente las fotos las hacia sin un croma ya que no les parecía necesarios. Pero desde que descubrió lo que era el croma dejo de usar fondos para luego recortar y pegar, tomando se mucho tiempo, a tener que darle solo a tres botones para cambiar sus fondos. 

7.¿Por qué no pone título a sus fotos?

Porque lo que hace son series, las cuales tienen un tema y un significado, el cual no esta a la vista sino te fijas con atención.

8.¿Por qué hace personajes históricos?

Todo comenzó con un pedido de Royale de Limoges, una fabrica de porcelana, que le pidió a Sherman el diseño de una vajilla con motivo del 200 aniversario de la Revolución Francesa. El resultado fue una pieza inspirada en el rococó. Cindy Sherman se presento   como Madame de Pompadour, una de las amantes mas famosas del rey Luis XV. Después del encargo continuaría una serie, inspirada en imágenes históricas que encontraba en distintos libros de arte.

10.Cuando dice "ME USO A MI MISMA" que quiere decir?

Que ella es la modelo,  una vez usó a una modelo pero no le gustó la experiencia. Por eso se usa a si misma como modelo para sus trabajos. Ella explica que se siente más cómoda, libre y segura al trabajar consigo misma. 

11. Dice que en un momento dado hace fotos MUY GRANDES. ¿Por qué se plantea estas fotos tan grandes?.

Ella hace las fotos de ese tamaño para que impacten y además para que las vean con más detalle. Ella cree que si una persona no quiere ser vista no se deja ver, esta debería de ser otra de las razones por las que hace las montes así de grandes, para que la vean.



Cindy Sherman: Biografía, Obras y Exposiciones

Biografía de Cindy Sherman.

Cindy Sherman es una de las grandes imágenes de la fotografía del siglo XX, aunque ella no se considera una fotógrafa como tal. Ella prefiere definirse como artista visual que usa la fotografía. Lo fascinante de Cindy Sherman no son solo sus fotografías, lo impáctate de sus fotos es que ella se usa como modelo. Además ella es capaz de transmitir perfectamente el mensaje que quiere transmitir.

Nació en Nueva Jersey en 1954, Cyntia Morris Sherman no fue conocida por su vocación artística hasta que llegó a la Universidad de Buffalo. Allí comenzó pintando, pero  se dio cuenta de que no era lo suyo. Fue en la fotografía donde encontró su medio de expresarse.

Las imágenes que realizaba al principio pronto llamaron la atención del público. Entre 1977 y 1980 realiza una de sus primeras series,  Untitled Film Stills. En esta serie se  retrata a sí misma adoptando multitud de estereotipos femeninos típicos de la sociedad machista (prostituta, ama de casa, drogadicta, despechada, bailarina). Sus imágenes, realizadas en blanco y negro, se asemejan a fotogramas de películas de los años 40-50. 
Desde un principio, no ha querido dar título a sus obras, que son conocidas por su número de inventario… es el espectador a quien le corresponde atribuir un significado a la imagen.

La artista no duda en usar elementos y características de sus personajes en la expresión y en la preparación, para así narrar una historia del personaje valiéndose solamente de una sola imagen, para incitar a la imaginación a que invente la historia que hay detrás. Todo comenzó por su afición a disfrazarse desde que era niña; reconoce que no sabe porque lo hacía; si por aburrimiento, como terapia o por su fascinación por el maquillaje. Comenzó jugando con disfraces y maquillaje en la intimidad de su casa, pero al ser influenciada por Robert Longo, a quien conoció en la universidad, se decidió a inmortalizar sus “performances” ante la cámara.

Ella no considera  su trabajo sea feminista, en todas las series que ha realizado a los largo de 40 años de trabajo ha explorado los innumerables estereotipos de la mujer. Para así nutrirse y hacer una gran obra. Con el inicio de la década de los 80 quiso llamar la atención usado así misma como símbolo sexual que fomentan las revistas y la televisión, y realizó la serie Centerfolds, representándose como las modelos de los desplegables en las revistas masculinas.

Todos sus trabajos esconden un mensaje. Disasters, Fairy Tales y Disgust pictures son trabajos en los que representa vísceras, vómitos, mutaciones y personajes de terror, alerta del cambio que está sufriendo la sociedad, cayendo en un consumismo feroz. En History Portraits vuelve al autorretrato, pero esta vez en color y recreando pinturas renacentistas y barrocas, representando personajes femeninos y masculinos, o personajes mediáticos del momento. Su intención es desmitificar las personalidades que la sociedad se empeña en ensalzar, ya sea en forma de obras maestras o de estrellas de televisión.

Sherman prefiere  trabajar sola y hacer todo por sí misma, una vez contrato a una modelo y no le gustó la experiencia. Ella afirma que prefiere trabajar sola  por la libertad que supone, pero quizá sea también por timidez: disfrazarse le  resulta muy liberador y, aunque preste su imagen, su intención no es dejar huella, por eso se des hace de las imágenes cuando se parecen demasiado a ella. Y lo cierto es que los coleccionistas que quieren una obra de Sherman, la quieren con ella y pueden llegar a pagar sumas exorbitantes: su Untitled #96 se subastó en 2011 en Christies de Nueva York por casi cuatro millones de dólares.

La mujer de las mil identidades se ve a sí misma como un lienzo en blanco en el que plasmar diferentes iconografías de mujer y el resultado es, en palabras de Eva Respini, la conservadora que organizó la retrospectiva en el MoMA en 2013, «una enciclopedia de estereotipos femeninos». Sus fotografías no son autobiográficas pero, en ocasiones, por medio de sus obras estas parecen plasmar la cruda realidad.




Historia




Todo comenzó hace un par de semanas. Salí del instituto hacia mi casa cuando me acordé que tenía que pasar por la biblioteca a recoger un libro. Era una tienda pequeña, situada a dos manzanas de mi casa. 
El libro que tenía que recoger era uno que nos obligaban a leer en la escuela para luego hacernos un examen sobre este. 

La tienda seguía igual que siempre, al menos por fuera, al mirar por el escaparate me di de cuenta de que estaba más lleno de lo normal. Un escritor famoso estaba haciendo una firma de libros, yo no sabía nada de esto por lo que me había sorprendido. 
Al entrar me dirigí rápidamente hacia el mostrador para recoger mi libro. No tardaron mucho, a los 5 minutos estaba fuera en la calle dirigiéndome a mi casa. A dos metros de esta un joven en bicicleta chocó contra mí de tal manera que me tiró al suelo y él se cayó de la bici.

El joven se levantó rápidamente para ver si me encontraba bien. Al tenerlo cerca de mi, el  primer pensamiento que tuve fue el de darle una bofetada y después regañarlo, con la mano levantada dispuesta a pegarle, me vi distraída por unos ojos verdes esmeralda que me hipnotizaron. Entre en shock, no me pude mover ni sabía que decir. El joven estaba siendo muy amable, me levanto y miro si me encontraba bien. Me quiso invitar a un café, yo acepté. 

Cuando me quise dar cuenta ya habían pasado un par de horas, al volver a casa me percaté de que no le había pedido su número de teléfono. Cuando empecé a abrir el libro, en la portada de este había algo escrito. Era su número de teléfono, me sentí aliviada porque así podría volver a verlo. No solamente me llamó la atención el color de sus ojos sino que también teníamos bastantes cosas en común. Ambos estudiábamos en el mismo instituto, pero en diferentes clases por lo que no habíamos coincidido nunca. Él me dijo que era un chico muy tímido y que no solía hablar con mucha gente. 

Pasaron los días y nos empezamos a ver en todos los recreos. Después de la primera semana lo que al principio eran encuentros en los recreos se convirtieron en citas todas las tardes.

El viernes era un día especial para mí, era mi cumpleaños. Esa misma tarde apareció con una tarta de cumpleaños. Después de comer me dio una carta en la que me preguntaba si quería salir con él. Estaba sonrojada, me quedé sin palabras y le miré directamente a los ojos durante 10 segundos y después le bese. Esa misma noche nos acostamos y le invite a quedarse en mi casa, al fin y al cabo vivía en un pequeño apartamento debido a que estaba estudiando fuera y además antes de que él apareciese me sentía muy sola.

A la mañana siguiente desperté y no lo vi a mi lado, pensé que era de esos que solo buscaban un rollo de una noche para después no volver a verme. Al salir de la habitación note un pequeño aroma a huevos fritos junto con un toque de  beicon, al verme me dio los buenos días, sonrío y se acercó a darme un beso. Al principio me sentía como una estúpida por haber dudado él, pero por dentro me sentía muy feliz de siquiera aquí. Durante el desayuno tuvimos una conversación sobre lo que hicimos anoche y me contó que también fue su primera vez. Después de ese día todo fue a mejor. Nuestra relación como pareja iba perfectamente. Hasta que en una noche me sentí mareada y no me ha bajado la regla, habían pasado ya dos semanas desde que me tenía que haber bajado. 

En secreto fui a la farmacia que había cerca de mi casa y pedí un test de embarazo. Mientras estaba comprando  la dependienta me había echado una mirada como si me quisiera decir algo, aún así no me importaba lo que sucedía a mi alrededor. Después de ducharme me había puesto una camisa suave de verano y unas bragas que había encontrado en el fondo del cajón.

Llegó el momento, fui al baño y aunque tenga poco espacio es muy acogedor. Después de 10 minutos esperando impacientemente lo vi. Esas dos rayas marcarían mi futuro. De repente me encontraba en frente al espejo mirando mi vientre y pensando en el mañana.